domingo, 10 de octubre de 2010

UNA CAMA VACIA

En una noche de sobriedad, nada cambia, nada es como le gustaría que fuera, mirando alrededor, en la inmensidad de su cama, que noche tras noche es el nido de los recuerdos lejanos. De vez en cuando, en los rincones de un bar encuentra una mirada, una voz profunda, que le promete eternidad, una noche intensa, y al final, el le lee fragmentos de un libro que lo distrae en sus momentos libres, ambos recostados en la eternidad, que se volverá un fragmento mas de sus recuerdos, luego en un instante de compasión el voltea a verla, le entrega una mirada profunda, llena de nostalgia, para nunca mas volverla a ver y así cada noche recorre los bares de la ciudad para encontrarse con las mismas miradas, aquellas que le prometen eternidad, para luego alejarse con un cacho de nostalgia, con el deseo de un cuerpo donde anidar sus sueños.

En esta noche de sobriedad, cansada de la inmensidad de su cama, va a buscar entre sus cosas, su cajita de eternidad y se pregunta que rumbo tomo el mundo que la trajo hasta este lugar, mirando ese extraño rostro, preguntándose ¿Quién es?, ¿que fue de ella? Y sigue buscando su eternidad, cuando su rostro vuelve a golpear la realidad y se encuentra una noche mas durmiendo en una cama vacía.

martes, 17 de agosto de 2010

EN EL SILENCIO


Un silencio que se hace indiscreto, tu mirada latente en mí, la distancia del pasado que a veces no parece tan lejano, que regresa sin ser llamado, nos alcanzan los viejos temores, los demonios, que fingen ser amigos, que esperan el momento ideal para desgarrarte el corazón, para colmar tu alma de penas y llevarte por caminos errados, hoy puedo ver su sombra, pesado pasado que no se aleja, en sus miradas descubro la triste melancolía, un poco de añoranza, el pasado indiscreto, que le gusta volver una y otra vez, tan amado y odiado a la vez, sus voces que me susurran en el oído, sin enterarse siquiera, poco a poco marcan el camino que no quiero seguir, tan cansada estoy de tu triste pasado, aléjalo de mi, que no lo quiero ver, aleja también esas miradas llenas de añoranza, los silencios indiscretos y vete, quédate en ellos, ya no quiero verlos más, y mi pasado que guarde silencios indiscretos, aquellos que quiero dejar guardados en una cajita, muy oculta en mi corazón, esa cajita que a lo largo del tiempo se llenara de polvo, esa cajita, que se que un día descubrirá la forma de abrirse de par en par y el triste pasado volverá, con tu rostro pintado en el, guárdate las palabras, que prefiero un silencio indiscreto que palabras vanas, me dices mas con tu silencio, que con cada palabra falsa. Para mí ya no eres más que un pasado distante, que se quedo sin mí.

sábado, 24 de abril de 2010

AMARTE

Las lagrimas se inundan en mis ojos, la inseguridad me esta matando, me rompe poco a poco, me destroza… de repente… de un momento a otro, el suelo desapareció bajo mis pies, deseo que todo desaparezca, que tu sonrisa se desvanezca, matar esto que siento, ya no lo quiero sentir, ya no te quiero sentir, arrancar de mis labios cada beso tuyo, borrar de mi mente cada palabra dicha, cada palabra escuchada, quitarte de mi piel.

La luz de tu mirada, esta noche ya no podrá iluminar mi camino, aunque lo desee, aunque tu lo desees…no se que decirte, no se que hacer… derepente los sentimientos se han arremolinado en mi interior y no se como ordenarlos.

Nunca me dijiste… tuve que adivinarlo y justo ahora, rayos... justo ahora debo enterarme de esto. Tú un día me dijiste “yo no necesito esto, no lo quiero”, creo que llego el momento en el que yo te lo diga.

Hay tantas cosas que no se dijeron, que no me dijiste, tus besos me confundieron, tu mirada me derrumbo, ahora que me encuentro en este punto, descubriendo cosas que no me dijiste, descifrando tu mirada y aquellos besos falsos...

¡OH! Como desearía amarte menos… desearía no amarte con tanta pasión, pero se que no puedo y en el fondo… no lo deseo, te amo y no puedo evitarlo… pero esto me esta matando, rompiste mi corazón, sin darte cuenta…

Las palabras se ahogan al salir de mi boca y no puedo decirte nada…

Se que te amo, pero me lastimaste… no se si todavía tengo fuerzas para seguir, tu silencio me mato… y todo esto es lo que no pude ver…

sábado, 6 de marzo de 2010

¿Donde quiero estar…?

Donde las palabras sobran…

Donde una mirada te dice todo…

Donde una caricia te hace perder la razón…

Donde el viento sopla y susurra tu nombre…

Donde la respiración se agita y el silencio se acaba…

Donde el frío comienza a quemar, volviéndose fuego…

Donde olvidas tu razón y comienzas a sentir con intensidad…

Donde sientes que puedes volar…

Donde mi corazón es el de un pájaro en vuelo…

Donde tus labios son vino y mi adicción…

Donde tus labios callan y tus ojos gritan…

Donde las gotas de lluvia mojan mi rostro…

Donde mi cuerpo grita tu nombre…

Donde la espera acaba y el tiempo se detiene…

Donde tu esencia se hace parte de la mía…

Donde el miedo que hay en nuestros corazones desaparece…

Donde el presente es lo importante, el pasado es olvidado…

Y este instante se hace eterno…

Donde ya nada importe…

Ahí es donde quiero estar…

Un corazón cobarde…

Una vez mas mi corazón se aterra, cuando es imposible creer que algo tan bello este aquí, palpitando, ardiendo en todo mi cuerpo, aun no entiendo ¿como es que lograste entrar?, ¿como derribaste todas las barreras que puse para que nadie entrara?, ¿por que pequeña rendija te infiltraste? , ¿Como es que aunque lo desee, no puedo sacarte de aquí?, ¿como es que puedes complicarme tanto la vida?
Mi corazón se aterra, es joven, inseguro, tiene mas cicatrices de las que podrías imaginar, aun así le falta mucho camino por recorrer, muchas batallas que ganar y porque no, muchas que perder.
Mi corazón se aterra, al recordar lo que una vez fue y que quise vivir intensamente, pero por miedo a que no fuera real me mantuve al margen, a veces muy al margen, lastimándote sin darme cuenta, haciéndote dudar de lo que estaba pasando, porque el miedo nos mueve, nos hace dar pasos en falso, tan aterrados de volver a salir lastimados, sin darnos cuenta camínanos al abismo, nos condenamos una y otra vez.
Mi corazón se aterra, al no saber que hacer, te desea con loca pasión, es demasiado para el, tiene miedo de perderse y no poder volver, tiene miedo de caer, tiene miedo de ser lastimado.
Mi corazón se aterra, tiembla de miedo y late descontroladamente, no sabe que hacer, que camino tomar, no quiere perderte y se desespera, la desesperación lo calla y pierde toda cordura.
Mi corazón cobarde quiere ganar el valor para recuperar lo que una vez fue suyo y no dejarlo.
Un corazón cobarde…

martes, 9 de febrero de 2010

Un poco de historia...

Hace unos días revisando mi computadora encontré un trabajo que había realizado hace como casi dos años, para mi querido profesor de historia, ya que me faltaba nota para pasar sin problemas su materia. Tuve que pasar casi toda mi vacación entre libros de historia, para hacer un ensayo de la primera guerra mundial. Aquí esta un fragmento de mi trabajo, haber que opinan. (Al final pude obtener la nota que me faltaba para pasar la materia de historia)

Para empezar, una guerra no importan los motivos no tiene ninguna justificación, como tampoco ganadores, los “vencedores” ganan muy poco en comparación de todo lo que pierden; millones de vidas destruidas, dejan a muchas personas mutiladas, todo el dinero que pierden y sin contar todo el daño que hacen al o a los países que perdieron la guerra, como fue el caso con Alemania con el Tratado de Versalles. Por eso estoy de acuerdo con el señor John Maynard Keynes que critica este tratado y rescatando un punto muy importante de una de sus obras (Las consecuencias económicas de la paz Conferencia de Paris 1919) que dice que “uno no puede castigar en los hijos los crímenes de sus padres” y tiene mucha razón, nadie debería juzgar a nadie pues el único que nos puede juzgar es Dios y la gente debería practicar esa frase que dice “trata a los demás como quieres que te traten”, pues nosotros juzgamos sin piedad, pero cuando nos toca ser juzgados pedimos piedad. Es cierto que este pensamiento es un tanto utópico hoy en día pero espero que no sea imposible.

Muchos echan la culpa de que la primera guerra mundial fue provocada por el descenso de la barbarie, como este hombre, Eric Hobsdaun en su reportaje (Barbarie, una guía para el usuario), en Entre pasados, Nº 7. Buenos Aires. 1994. Bueno, no se puede negar que la primera guerra mundial fue uno de los eventos mas sangrientos de la historia donde hubo muchos muertos y decenas de mutilados, pero tampoco se puede negar que antes de este evento trágico también se cometieron muchos actos de barbarie, ya que en cierta forma está en la naturaleza del hombre e incluso en su educación, por ejemplo: los asesinatos y mutilación a muchos esclavos ya que los señores de hacienda creían que podían hacer lo que quisieran con sus esclavos y eso enseñaban a sus hijos, que los esclavos estaban para eso, que eran inferiores a ellos y no les quedaba otra que servirles, otro ejemplo es imperio romano, que disfrutaba viendo como los gladiadores se mataban los unos a los otros, como los judíos eran asesinados, hervidos en aceite o devorados por animales salvajes; o como también muchos pueblos ofrecían tributo a sus dioses con vidas humanas. Como podemos ver hay muchos actos de barbarie a lo largo de la historia, mucha gente que decía ser civilizada, mató, persiguió y mutiló a muchos seres humanos, por simple placer, en cambio los soldados de esta guerra no tenían otra alternativa que matar para sobrevivir, claro, no hay justificativo para la matanza, pero por lo menos no lo hacían por placer.

En resumen la primera guerra mundial como todas las guerras, fue tonta e injusta, muchos hombres sufrieron y murieron por las malas decisiones de sus gobernantes, que por su terquedad y su lucha por la hegemonía económica y política del mundo, llevaron a su pueblo a una gran guerra, que al final, un país que estuvo en un principio fuera de esta lucha por el poder, gano la hegemonía económica y política del mundo (EE.UU).

martes, 2 de febrero de 2010

SOY INVISIBLE

Hoy desperté con pocos ánimos, como todos los días. Debo ir al colegio, el lugar donde me siento más rara que nunca…

Al bajar al comedor me percato de que mi madre discute con mi padre por que no hay dinero para pagar las cuentas, no me sorprende, jamás hemos tenido el dinero suficiente, pero creo que si mi padre no gastara tanto en la bebida, tendríamos más dinero. La verdad, poco me importa, pronto me iré…

Al salir de casa me dirijo a la parada del autobús pensando qué sentido tendrá mi vida, si sigo aquí, probablemente todo continúe como está o probablemente todo cambie, no lo sé…

Subo al autobús veo caras conocidas, que poco me perciben o simplemente tratan de ignorarme, no me sorprende. Todos dicen que soy rara por que no pienso como ellos, como en qué me pondré mañana, si hay fiesta esta noche o con quién iré, poco me importa. Incluso cuando era niña nadie me prestaba atención, ni mis padres, no los culpo, tenían cosas más importantes que estar a mi lado y en el colegio siempre tuve notas regulares, hasta ahora las tengo, a nadie le importa…

Todos hablan de la superación personal, de buscar trabajo con buena posición, de que el hombre debe relacionarse con otras personas, que es un ser social, que no debe estar solo… Pero no entiendo por qué lo hacen, tratan de ganar mucho dinero o de apegarse a la gente que está a su alrededor… no lo entiendo si al final todo acaba tarde o temprano, o lo pierdes todo o simplemente se termina tu vida. ¡Que más da, si te mueres hoy u otro día, todo acaba alguna vez…!

Al llegar al colegio cuando camino por los pasillos nadie me mira es como si fuese invisible o como si no existiera, la verdad es que no existo en ese mundo de adolescentes tontos, que solo piensan en la fiesta de la noche o del chico que las invitó a salir, chicas tontas y huecas. Pero a pesar de esto muchos tratan de estar con ellas e incluso yo, un poco de compañía no me haría mal. Muchas veces he tratado de estar en uno de esos grupos de amigos, pero a pesar de que andaba rodeada de gente aun me sentía sola, que más da todo acabará…

Paso la clase de inglés, no entiendo mucho, no importa, el profesor siempre me pone 40, no me interesa mucho nunca saldré de este país, no me servirá de nada. Todo acabará…

En la clase de matemáticas los cerebritos se explayan, discuten ente ellos el resultado que saldrá o que resultado debería salir -ja- se atormentan la vida con tantas reglas y leyes, no importa…

La siguiente clase no recuerdo qué hicimos.

En la hora del almuerzo, comimos algo que tenía un sabor horrible. Que más da…

La tarde pasó sin novedad y el resto de la semana, todo igual, las mismas discusiones, los mismos rostros, los mismos lugares…

Esta noche que estoy sola y encerrada en mi habitación, decido que todo acabará no será difícil, ni trágico. Primero pienso en escribir una carta a mi madre, pero luego decido que será mejor no hacerlo, para qué, qué le diría, seguro que nada importante, no cambiaría en nada. Segundo pienso en cual sería la mejor forma de acabar con todo, veo la posibilidad de ahorcarme, pero si no muero al instante, moriré de una forma lenta, que más da, todo acabará; luego pienso en cortarme las venas, pero ensuciaría mucho con mi sangre, costará limpiar…

De repente abro los ojos, es hora, decido por cortarme las venas, no sé por qué me preocupo por limpiar si ya no estaré aquí. Busco entre mis cosas y encuentro una navaja. En el último minuto titubeo; no sé por qué, si no hay nada que me ate a este lugar, que más da, incluso podría hacerle un favor a mis padres, una carga menos por que preocuparse, pero… si estuviera cometiendo un error ¿qué? Tal vez si hay otra solución, qué tal si no vi todas las puertas que se me presentaban, que tal si al salir de mi habitación tengo el poder de cambiarlo todo, pero… cuando me doy cuenta ya es demasiado tarde, sin pensarlo me había clavado la navaja en mi muñeca. La navaja está fría, la retiro, la sangre empieza a escurrirse por todo lado y a ensuciar todo el tapete. Y para hacerlo todo más rápido me corto la otra muñeca, por un momento siento pánico, pero luego me calmo, en ese breve instante me doy cuenta de lo que hice. Si tuve el poder o la fuerza de acabar con todo, ¿por qué no me di cuenta de que también tenía el poder de cambiar todo para bien?, ¿por qué hasta el último momento no me di cuenta de esto? y es que hay elecciones que uno toma y ya no hay marcha atrás, lo único que queda es seguir adelante…

Siento mucho frío, me falta el aire, me siento entumecida- porque hasta ahora- corren lágrimas por mi rostro, es lo único que siento. No sé si estoy parada o sentada, que más da, todo acabará. De repente todo empieza a nublarse, no siento nada…